Ana Fernández, coach financiero, nos habla de la psicología financiera de las mujeres en finanzas al invertir
Entrevista por Narci Ruiz, en Cambio 16.
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Ana Fernández es licenciada en Empresariales por Oxford International University. Comenzó su carrera profesional en la prestigiosa entidad JP Morgan y ha sido pionera en aplicar el Coaching Ejecutivo ayudando a sus clientes a establecer una relación equilibrada entre sus inversiones y los estados emocionales que se generan por la volatilidad de las mismas.
Aunque le ha llevado más tiempo que en otros países, la psicología ha logrado adquirir cada vez más importancia entre la sociedad española. Tanto es así que ahora la conducta humana es incluso estudiada en el campo de las operaciones bursátiles en psicología financiera.
La psicología financiera, aplicada a la conducta de las mujeres al invertir
La psicología financiera, fenómeno que empezó a estudiarse en la década de los 80, está ahora de moda. Esta ciencia de la salud se aplica con técnicas de investigación científica en las tendencias cognitivas y emocionales humanas y sociales, con el fin de lograr una mejor comprensión de la toma de decisiones económicas y conocer cómo afectan a los precios de mercado, beneficios y a la asignación de recursos.
La primera empresa de asesoramiento financiero en aplicar esta metodología de la psicología financiera en España ha sido AFS Finance Advisors. Esta entidad ha centrado su trabajo en el potencial de esta ciencia analizando las emociones con el fin de establecer una zona de equilibrio entre el ahorro, las inversiones y el riesgo de sus clientes.
Muchos se preguntarán ahora cómo se hace esto. Pues bien, al igual que en la primera visita de un paciente a su psicólogo, éste le realiza una entrevista para indagar en su personalidad y estabilidad emocional, para acertar con las necesidades de cada modelo de inversor, se realiza igualmente un estudio previo del cliente para extraer su histórico emocional y conocer sus reacciones ante la volatilidad de las inversiones y los riesgos asumidos. De este modo lo explica la coach ejecutivo de AFS, Ana Fernández, quien afirma que “es importantísimo saber cómo interactúan los mercados financieros y la naturaleza humana. En nuestras sesiones iniciales aplicamos herramientas de coaching financiero, de cara a establecer las bases para cada persona, desde la importancia de la inversión, y de la generación de rentas en el corto y en el largo plazo. En el asesoramiento personalizado los patrones no sirven”.
¿Cómo actúan las mujeres a la hora de invertir?
De forma muy diferente a los hombres en general. Se arriesgan menos, son más prudentes, más reflexivas e invierten más a largo plazo. De ahí, que mientras los hombres esperan a recuperarse de las pérdidas por sus inversiones de riesgo, ya que les cuesta más reconocer que se han equivocado, las mujeres optan por buscar nuevas alternativas. Consecuentemente, a las mujeres les gusta más invertir de forma diversificada.
¿Y cuál es su prioridad a la hora de invertir?
La mujer, cuando viene por primera vez, está preocupada por preservar su capital, por lo que escucha detenidamente y formula numerosas preguntas. Sin embargo, el hombre invierte con una orientación más enfocada a resultados, por ello toma más riesgos a la hora de invertir. Está comprobado que los operadores del distrito financiero de Londres logran mayores beneficios los días en que su nivel de testosterona está más alto, pues están más concentrados. La mujer, al carecer de ella, se muestra más prudente.
¿Acuden las mujeres solas a la hora de invertir dinero en algún producto?
Cada vez más, aunque es verdad que también recibo muchos matrimonios en los que la decisión consensuada por ambas partes consigue unos mejores resultados frente a las expectativas.
En su primera toma de contacto con el cliente, ¿qué es lo primero que le preguntas?
¿A usted que es lo que más le preocupa, ver pérdidas o no ver ganancias? Esta es la cuestión clave, porque aquí se encuentra el umbral del sueño y descanso del cliente, y eso es lo que a mí me preocupa, que si las cosas luego no van como se esperaba esa persona sea capaz de asimilarlo.
Con esta pregunta junto al test de idoneidad, más las preguntas personales, extraigo un perfil del cliente y le ofrezco los productos que bajo mi criterio le van a aportar lo que buscan sin romper con su tranquilidad y estabilidad emocional, porque no siempre se gana, algunas veces se pierde y ocurren sucesos externos como puede ser ahora la crisis de Ucrania, que afectan y mucho a la bolsa y las inversiones de todo el mundo, sin poder evitarlo. Por eso es muy importante que el cliente comprenda el nivel de riesgo existente, y mi trabajo es hacérselo ver. Mi mayor satisfacción es que el cliente entienda dónde está invirtiendo. Tienen que invertir asumiendo riesgos que sus cerebros puedan sobrellevar. Sólo pueden arriesgar aquellos que están dispuestos a perder y así pueden dormir bien.
Teniendo en cuenta las diferencias en cuanto al género a la hora de invertir, ¿cómo se traduce esto a la hora de contratar productos?
La mujer prefiere disponer de una buena cantidad de dinero en su cuenta corriente por mucho tiempo, porque le transmite tranquilidad y seguridad, es mucho más ahorradora que el hombre por tradición. Consecuentemente, las mujeres invierten en fondos de inversión y en activos de menor riesgo. Cuando las mujeres invierten en acciones suelen elegir empresas con negocios más conservadores como por ejemplo sectores como la alimentación y el consumo. En cambio, el hombre no se siente cómodo cuando tiene saldos importantes en cuenta corriente dado que lo vive como un coste de oportunidad. En definitiva, lo que demuestran los estudios es que la mujer obtiene mejores resultados a largo plazo con menor volatilidad.
Es sabido que en la actualidad hay muchas mujeres que disponen de grandes patrimonios gracias al avance que ha experimentado la mujer en la sociedad en las últimas décadas…
Eso es cierto, por eso AFS ha desarrollado un nuevo modelo de trabajo partiendo del conocimiento de que el género femenino, además de invertir mejor en las cosas domésticas, cada vez se está implicando más en la toma de decisiones tanto de sus propias inversiones como de las familiares, así como de la gestión de su patrimonio. Yo parto con una ventaja: que soy mujer, y entendiendo mejor a mi género, es decir, me preocupo de escuchar a mi clienta tanto como inversora como mujer, y aunque ellas no me lo digan, yo ya de antemano sé que existen otras necesidades detrás que hay que tener muy en cuenta.
Su larga trayectoria profesional es incuestionable, pero, ¿qué destacaría de su trabajo?
Gracias a los diferentes puestos de trabajo que he ocupado a lo largo de mi carrera en las principales entidades de banca privada internacional, he aprendido a ver los verdaderos beneficios que puede obtener un cliente con un servicio de asesoramiento financiero EAFI, independiente y personalizado. También, que las entidades financieras son negocios con ánimo de lucro y, por tanto, tienen que crear productos que sean rentables y eficientes para la entidad y que, a su vez, encajen en el perfil inversor del cliente. En este punto es donde comienzan los verdaderos conflictos de interés. Yo soy una persona que busco el equilibrio y el bien para todos los agentes que entran en juego, y eso es una tarea complicada que requiere de muchos estudios y profesionalidad.