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¿La antropología Y LAS FINANZAS, o la antropología DE LAS FINANZAS?

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 Ana Fernández: ‘¿La antropología Y LAS FINANZAS, o la antropología DE LAS FINANZAS?

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Artículo publicado en la revista www.funds-society.com. Descargar artículo Antropología y finanzas

¿La Antropología y las Finanzas, o la Antropología de las finanzas?

Independientemente del nombre con el que la definamos, resulta interesante leer y estudiar sobre antropología para encontrar la respuesta ante algunos de nuestros comportamientos que observamos relacionados con la gestión de las inversiones financieras.

La Antropología estudia la complejidad de los actos humanos y analiza cómo el hombre, antes de comenzar a hacer una reflexión filosófica, indaga en lo que ha vivido: parte un bagaje de experiencias y de conocimientos, y esto le permite reflexionar sobre la propia existencia. Y este modo de actuar se puede extrapolar, llevándolo a la gestión del patrimonio financiero. Nosotros, desde AFS Finance Advisors EAFI, asesoramos a nuestros clientes con este enfoque de indagación en las experiencias vividas, de reflexión sobre las emociones sentidas en momentos de pánico vender oro en momentos de euforia compradora.

Por adentrarnos técnicamente en el mundo de la antropología, y atendiendo a lo que dicen los expertos: “Etimológicamente, la antropología es el estudio general acerca del hombre en todas sus dimensiones: biológicas, culturales y sociales.”

Desde un punto de vista antropológico, la mujer se ha constituido siempre como una parte determinante que sustenta el tejido social en todas las culturas,comoproductoraycomoreproductora.En algunas culturas de habla hispana, la presencia femenina es una parte fundamental de la cultura, con denominaciones tales como «la madre tierra», «la madre patria», «la fertilidad», «la siembra», «la cosecha», «la luna”.

Si llevamos las diferencias de género así entendidas desde la antropología como construcciones culturales al mundo financiero, y en concreto a las inversiones patrimoniales, seguimos asistiendo a la repetición de algunos de los comportamientos antropológicos comentados anteriormente, en cuanto a diferencias patrones de comportamiento en el perfil inversor de hombres y mujeres.

En un reciente estudio cualitativo, elaborado en AFS Finance Advisors EAFI, analizamos las diferencias del patrón inversor según el género, y las conclusiones finales arrojaban los siguientes resultados:

1) El inversor varón se centra en inversiones concretas, con un objetivo de corto plazo para alcanzar su rentabilidad esperada, y mantiene cierto apego a las inversiones, que le impide vender en pérdidas. Parece mostrar un perfil más tendente a asumir riesgo, y a enfocarse en la generación de recursos.

2) Respecto a las mujeres, los roles de cuidado del imaginario femenino en el que han sido aculturadas las orientan a la preservación del capital. Por ello, el patrón inversor femenino estaría más enfocado a la diversificación de las inversiones, y así ellas mantendrían un horizonte temporal de inversión más largo plazo, para alcanzar la rentabilidad esperada. Las mujeres no se apegaríanalasinversionesenpérdidas: seríanmáspartidariasdevender y buscar otra alternativa de inversión para recuperar el capital perdido.

En la literatura científica podemos encontrar abundantes estudios experimentales sobre el comportamiento financiero, que encuentran evidencias similares en cuanto a las diferencias de perfil inversor en cuanto al género.

Los investigadores de la Universidad de California Brad Barber y Terrance Odean indagaban en los motivos por los que un inversor puede llegar a arriesgar demasiado en bolsa. Con ese fin, dividieron la muestra por género y encontraron que los hombres eran más dados a confiar demasiado en su capacidad, por lo que corrían más riesgos y perdían más dinero. Las mujeres que controlaban el riesgo diversificando en la elección de su porfolio, obtuvieron mejores resultados en sus inversiones. Su paciencia le prevenía de incurrir en operaciones innecesarias y costosas, manejando costes de transacción menores.

En concreto, analizaron las inversiones de 35.000 hogares estadounidenses y encontraron que los hombres arriesgaban un 45 por ciento más que las mujeres, acumulando más costes de transacción y obteniendo retornos netos que eran un 1,4 por ciento inferiores. Esta tendencia era todavía más acusada en el caso de hombres y mujeres solteros: éstos arriesgaban un 67 por ciento más y obtenían un 2,3 por ciento menos de retorno.

Este resultado fue confirmado en 2005 en un estudio de Merrill Lynch, donde se halló que solo el 35% de las mujeres mantuvo una inversión demasiado tiempo, frente al 47% de los hombres. Un amplio estudio confirmó estas diferencias de género, en inversiones en fondos donde las mujeres mostraron estilos de inversión más estables y mayor persistencia en la obtención de resultados (Niessen and Ruenzi, 2005).

Según un estudio de Hedge Funds Research, realizado entre 2000 y 2009, la rentabilidad media de los fondos gestionados por mujeres fue del 8,2% desde 2003, frente al 5,9% del índice general. Ellas solían tener más aversión al riesgo, por lo que realizaban menos operaciones intradía, y obtuvieron mejores rendimientos a largo plazo.

Una encuesta internacional realizada en 2011 por Barclays Wealth, entre 2000 clientes con grandes patrimonios en 20 países, mostró no sólo que las mujeres son más reacias al riesgo en su inversión, sino que también dan más importancia a la disciplina financiera que los hombres. Se mostró que con más frecuencia utilizaban los períodos de reflexión y preferían evitar información sobre los mercados que les pudiera hacer desviarse de sus estrategias a largo plazo, mostrando menos sobreconfianza que los hombres (Van den Bos, Harteveld, and Stoop, 2009).

¿A qué se debería este diferente perfil inversor por género?

Tenemos varios tipos de explicaciones a estas diferencias por género, por un lado las biológicas y por el otro las de corte sociocultural. Entre las razones bioquímicas, estudiadas desde la neuroeconomía, se situarían estas explicaciones:

A) Sesgo de sobreconfianza. Entre las posibles explicaciones dadas a esta diferencia de comportamiento en diferentes artículos se señala el tan humano sesgo de sobreconfianza. Los seres humanos tendemos a guiarnos por una serie de intuiciones, que atienden a un proceso adaptativo de nuestra especie, y que son los que condicionan que tomemos una decisión u otra. Esos patrones de pensamiento intuitivo explican que, cuando hay confianza y las inversiones van bien, las personas tendamos a guiarnos por nuestro instinto y nos dejemos llevar por esa “confianza colectiva” a la hora de tomar riesgos o seleccionar inversiones. Es lo que Daniel Kanheman denomina “Espíritus animales”

B) Recompensas de testosterona. Dicho sesgo parece estar relacionado a las recompensas de testosterona que reciben los hombres cuando ganan algo. La testosterona se conoce como el “efecto del ganador”, que explica que, cuando dos hombres compiten, sus niveles de testosterona se elevan, aumentando su masa muscular y la capacidad de oxígeno de la sangre. Esto también aumentaría su apetito al riesgo. Generalmente el que gana al competidor mantiene el derrame de testosterona; el que pierde, por el contrario, se retira sin esta descarga hormonal “a lamer sus heridas”. La próxima vez que compita, el hombre que ganó tiene el plus de tener un estado de testosterona reforzado. Coates and Herbert (2008) estudiaron los niveles de cortisol y testosterona de 17 hombres inversores en futuros de Londres durante 8 días consecutivos: cuando sus niveles de testosterona mañaneros aumentaban, tenían mejores resultados a lo largo del día. Sin embargo, los esteroides, como la mayoría de los químicos en el cuerpo, desarrollan una curva de respuesta en forma de U invertida (o herradura). Cuando los niveles de testosterona aumentan, incrementa también la destreza y la concentración. Pero si se sigue ganando, el nivel llega a su punto de inflexión y se desliza hacia el otro lado, dando comienzo a la caída, donde se empieza a tener comportamientos errados: Se sale mucho de la zona de confort, peleando con cualquiera, dejando de proveer a los demás, expandiendo demasiado el territorio. Si la testosterona es elevada crónicamente deja de tener efectos positivos y conduce a un aumento de la impulsividad y el riesgo peligroso, se convierte en adictiva. Si además suben los niveles de cortisol, se puede estimular la ansiedad y la tendencia a encontrar amenazas y riesgos. Así, ambas hormonas pueden fortalecer la volatilidad del mercado, y ayudar a explicar por qué a las personas atrapadas en burbujas a menudo les resulta difícil tomar decisiones racionales (Coates, Gurnell, and Sarnyai, 2010).

C) La estabilidad de la Oxitocina: La estabilidad emocional de las mujeres provendría en parte de la oxitocina, una hormona que inunda su cerebro en cantidades mucho más grandes que los hombres. «Es activa sobre todo en las áreas emocionales del cerebro, pero lo hace de una manera calmada, no de forma activante», dice Zak, que ha estado estudiando la oxitocina durante la última década. Esto sugiere que la oxitocina puede tener efectos económicos positivos en un contexto de incertidumbre, estrés y comportamiento de rebaño basado en la ansiedad (Israel et al., 2012). La hormona podría explicar el hecho de que en el meollo de la crisis financiera de 2008 y 2009, las mujeres inversores les fue mucho mejor que sus homólogos masculinos. Por eso Rangel (2011) llega a proponer que, cuando la volatilidad del mercado aumenta, y con el fin de reducir el aumento de los niveles de riesgo y la volatilidad del mercado en los mercados financieros, se genere un mejor equilibrio de género en las salas de trading: incluyendo más mujeres o administrando oxitocina para a los inversores hombres. Y por último: una segunda línea de explicación, de corte de la antropología sociocultural, no se apoyaría en la biología para explicar este diferente comportamiento, sino en las diferentes experiencias vividas por hombres y mujeres a lo largo de sus vidas.

 Hombres y mujeres ante el asesoramiento: ¿consultar o delegar?

El mundo del asesoramiento, y por tanto de la búsqueda de una opinión o un consejo, las mujeres tienen un comportamiento semejante a lo largo de los años,estando más habituadas a consultar,tanto para tener una segunda opinión, para cerciorarse de algo, para aumentar su seguridad en algo. Por el contrario, lo que he observado a lo largo de mi carrera profesional, es que los hombres delegan. Cuando tienen dudas o desconocimiento sobre un tema, buscan un especialista para delegar la gestión con la expectativa de que se cumpla el mejor resultado posible.

En cuanto a los profesionales del mundo financiero, encontramos tanto hombres como mujeres brillantes, a pesar de que en la mayoría de los contextos, los hombres han gozado, en términos generales, de un mayor acceso a los puestos de relevancia política, ejecutiva y económica.Sinembargo,enlosúltimos15años,lamujerhaconquistado el terreno económico, político y financiero y en estos momentos encontramos mujeres líderes en puesto de gran relevancia. Por citar algunas referencias importantes de la actualidad: Theresa May, Janet Yellen, Christine Lagarde o Angela Merkel.

Dentro del mundo la gestión y asesoramiento financiero, la figura de la mujer empieza a tener una representación significativa. En concreto puedo decir con orgullo que llevo casi siete años al frente AFS Finance, EAFI (Empresa de Asesoramiento Financiero Independiente, autorizada y regulada por CNMV) y nuestros clientes manifiestan sentir “tranquilidad” en la gestión de su patrimonio. Nuestra diferenciación se basa en el uso de herramientas de coaching y psicología financiera para tomar decisiones financieras. Acompañamos a nuestros clientes a encontrar el equilibrio entres sus inversiones y las emociones que les provoca la volatilidad de las mismas.

Nuestros puntos fuertes:
  • Buscamos el sentido que le da a su riqueza.
  • Le acompañamos en el proceso de la toma de decisiones. Le ayudamos a gestionar las expectativas.
  • Entendemos la importancia de sus emociones en las inversiones. Analizamos las decisiones racionales e irracionales.
  • Escuchamos para definir su futuro

Para nosotros, nuestra mejor recomendación es que cada inversor tenga la certeza de que está siendo “entendido y comprendido” en todas las vertientes que están vinculadas con la gestión y administración de un gran patrimonio: rentabilidad financiera, optimización fiscal y análisis psico-emocional.

Nuestro lema: “Confidencialidad, Confianza y Compromiso, son los elementos necesarios para construir relaciones de largo plazo”

Referencias

Barber, Brad, and Terrance Odean. 2001. “Boys Will Be Boys: Gender, Overconfidence, and Common Stock Investment.” Quarterly Journal of Economics 116(1): 261–292.

Barclays Wealth. 2011. “Understanding the Female Economy: The Role of Gender in Financial Decision Making and Succession Planning for the Next Generation.” London: Barclays Wealth and Ledbury Research.

Coates, J. M., and J. Herbert. 2008. “Endogenous Steroids and Financial Risk Taking on a London Trading Floor.” PNAS 16(105): 61676172.

Coates, John M., Mark Gurnell, and Zoltan Sarnyai. 2010. “From Molecule to Market: Steroid Hormones and Financial Risk-Taking.” Philosophical Transactions of the Royal Society of London B: Biological Sciences 365: 331–343.

Israel, Salomon, Ori Weisel, Richard P. Ebstein, and Gary Bornstein. 2012. “Oxytocin, But Not Vasopressin, Increases both Parochial and Universal Altruism.” Discussion Paper no. 598, Hebrew University of Jerusalem.

Nazario, Brunilda. n.d.. “Why Men and Women Handle Stress Differently.” WebMD Feature. Retrieved from http://thestressoflife.com/why_men_and_women_handle_stress_.htm

Niessen, Alexandra, and Stefan Ruenzi. 2005. “Sex Matters. Gender and Mutual Funds.” Paper of the Department of Corporate Finance & Centre for Financial Research. University of Cologne.

Van den Bos, Ruud, Marlies Harteveld, and Hein Stoop. 2009. “Stress and Decision-making in Humans: Performance Is Related to Cortisol Reactivity, Albeit Differently in Men and Women.” Psychoneuroendocrinology 34: 14491458.

Vanguard Retirement Centre Research. 2011. “The Great Recession and 401(k) Plan Participant Behaviour. Valley Forge: The Vanguard Group Inc.

Van Staveren, Irene. 2013. “Caring Finance Practices.” Journal of Economic Issues47 (2), 2013, pp. 419-425.

Van Staveren, Irene. 2014. “Alternative Ethical Perspectives on the Financial Crisis: Lessons for Economists”, The Oxford Handbook of Professional Economic Ethics, George F. DeMartino, Deirdre N. McCloskey (2016), chapter 14.

Una manera de trabajar

Mi día a día se fundamenta en los siguientes pilares básicos

Conocer

…el mundo de las finanzas, en sus aspectos económicos y psicológicos, y la realidad de cada cliente, de cada persona.
Porque el conocimiento es la antesala para la toma de decisiones.

Interpretar

…supone analizar y conectar informaciones relevantes, se trata de acompañar al cliente para que descubra qué producto es el mejor para él, dependiendo de sus necesidades, deseos, expectativas y temores.
Porque las interpretaciones son juicios subjetivos, es necesario dotarlas de objetividad.

Comunicar

…es el eje que atraviesa toda la relación con el cliente: escuchar, conversar, compartir información, reflexiones, pensamientos y sentimientos.
Porque detrás de cada cliente hay una persona, cada inversión global es una inversión singular.

Solucionar, planificar y proponer

…es el resultado de un análisis en profundidad, que incluye factores personales, familiares, financieros, patrimoniales, fiscales y psicológicos.
Porque para que un traje sea a tu medida, es fundamental tomar bien tus medidas.

Velázquez, 27 – 1º izda.
28001 Madrid